El el uso de la sede penal en los juicios civiles se refiere a situaciones en el que ciertos aspectos de un caso civil, puede tener también una repercusión penal. No en todos los casos se puede aplicar esta técnica avanzada legal, y todo dependerá de cada caso en concreto. Lo anterior es porque, la sede penal y la sede civil, tienen marcos jurídicos diversos y persiguen fines distintos. Por ejemplo, en palabras simples, en el derecho civil se busca reparar todo daño a través de una indemnización pecuniaria (dinero), y el derecho penal, tiene por fin atribuir responsabilidad penal de un ilícito y aplicar una condena corporal (cárcel).
Dicho esto, algunas ventajas de considerar aspectos penales en un contexto civil podrían incluir:
- Pruebas y Evidencia: Si hay un proceso penal en curso, las pruebas recopiladas durante la investigación penal a través de fiscalía pueden ser útiles en un juicio civil. Esto incluiría elementos como testimonios, documentos y otros tipos de evidencia que pudieran no estar disponibles en un procedimiento civil estándar.
- Determinación de Responsabilidad: Un fallo en un procedimiento penal, que generalmente requiere un estándar de prueba más alto («más allá de toda duda razonable»), puede simplificar la determinación de responsabilidad en un tribunal civil, donde el estándar es generalmente más bajo («preponderancia de la evidencia»).
- Compensación a las Víctimas: En algunos casos, un juicio penal puede incluir una componente de compensación a las víctimas, lo que puede beneficiar al demandante en el contexto civil al establecer precedentes o al proporcionar un marco para la compensación.
- Presión y Disuasión: La posibilidad de enfrentar un juicio penal, además del civil, puede aumentar la presión sobre el demandado para llegar a un acuerdo justo y rápido en el ámbito civil, ya que las consecuencias penales suelen ser más severas.
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